El 3 de septiembre de 2022 fue un día de celebración para todos nosotros, por el aniversario de nuestra primera profesión religiosa. Para quienes celebraron el 60 aniversario, la alegría y la gratitud al Señor, nuestro Buen Pastor fue aún más profunda y sentida. Todos nos preparamos para esta fiesta con un triduo de oración que nos ayudó a contemplar el corazón de María, Madre del Buen Pastor, luz para el mundo.
Los textos, tomados del Evangelio, de las palabras del Papa Francisco y del Beato Alberione, nos han trazado un camino corto pero eficaz que nos ha llevado a María, disponible, fiel y valiente al pie de la cruz.
En la Celebración Eucarística, presidida por don Domenico Soliman, nuevo superior general de la SSP, subió al cielo la acción de gracias a Dios de todo corazón y sobre todo de las celebraciones por los 60 años de Profesión, en la renovación de nuestro sí. También fue muy hermosa la presencia de una buena representación de los hermanos y hermanas de la Familia Paulina de los Castillos.
Fue vivo nuestro recuerdo de las hermanas que no estuvieron presentes, pero que celebrarán el 60º Jubileo en Verona, el 7 de octubre. Nos sentimos en comunión con ellos y también con los que ya están en la Casa del Padre.
Luego, la fiesta continuó con un refrigerio con todos y un almuerzo con las hermanas de las comunidades de Albano Laziale. Hemos recibido saludos y buenos deseos de muchas hermanas de Italia y de otros países.
En nuestro corazón guardamos mucha gratitud al Señor por los años vividos al servicio del pueblo de Dios y un profundo deseo de seguir entregándonos al Buen Pastor, como y donde Él quiere hoy.
Don Alberione nos decía: "Tu parroquia es el mundo". Ahora para la mayoría de nosotros el mundo se ha restringido a las comunidades de Albano Laziale, Negrar y Verona, pero nuestro corazón pastoral puede llegar a toda la humanidad con la oración, ofrenda de nuestra vida y también de nuestras fragilidades, aquellas que sólo Él puede transformar.
Danos tu corazón de Jesús Buen Pastor para que podamos seguir ofreciéndote nuestra vida por toda la humanidad tan necesitada de ti.
Hna. Federica Renzulli, sjbp
